domingo, 26 de octubre de 2014

CRÓNICA DE LA RUTA DE LOS CASTILLOS DE LA SIERRA DE ESPADÁN

INTRODUCCIÓN
Antes de empezar a describiros lo que fue la ruta en sí, me veo en la obligación de resumiros brevemente, lo que fueron las revueltas moriscas en la Sierra de Espadán y posteriores batallas en la misma, intentare ser lo más breve posible.



Para abrir boca trascribo a continuación un relato que Beuter sitúa en 1.551:
            “En Valencia hubo un gran escándalo por el mandamiento que hizo el Rey a los moros que se fuesen de la tierra. Los más animosos se pusieron a combatir los castillos animosamente y los de menos valor se dispusieron para irse a Murcia”.
            “De la parte de Segorbe fueron cuatro los castillos que se perdieron en Slida y Beo. Los que combatían en la parte de Segorbe ayuntáronse en la Sierra de Spadán que fueron más de doce mil”.




El 16 de noviembre de 1525 las mezquitas de la Sierra de Espadán fueron cerradas y el 8 de diciembre el rey-emperador Carlos I decreta que los musulmanes deben convertirse (bautizarse) o emigrar; este mandato se modifica el 15 de enero de 1526, ordenando que el que no se convierta sea hecho esclavo y se le confisquen todos sus bienes; además se les prohibía vender sus joyas y se les obligaba a “oír los sermones de los predicadores cristianos, a entregar las armas y a llevar en los turbantes una media luna azul, y a descubrirse cuando pasara el Santísimo Sacramento, a no tener reuniones ni practicar su religión y cerrar las Mezquitas”.

Los musulmanes desencadenan una revuelta que se extiende en marzo de 1526 a toda la Sierra de Espadán; ésta constituía el territorio más grande, habitado por moros, que quedaba en España. Eligieron como caudillo a un moro de Algar, llamado “Gargau”, que se autoproclamó rey con el nombre de “Zelim Almanssor”, organizando la guerra en toda la Sierra; bandas de musulmanes salen a las montañas para robar a los cristianos y a sus pueblos. El Duque de Segorbe, creyendo que los moros no eran capaces de organizarse, ataca con 4000 hombres en el valle de Almonacid, sufriendo 260 bajas y dispensándose su infantería que queda reducida a menos de 1000 hombres tiene que retirase a toda prisa y casi en solitario, a Segorbe.



En Onda se reúne, en el mes de julio, un segundo ejército real de unos 4000 hombres para atacar la Sierra por el norte, mientras unos 300 musulmanes se establecían en las laderas de los montes, al Este de Tales, organizando escaramuzas desde toda la cadena fortificada de Suera, Veo y Alcudia, que produce grandes bajas en ambos lados. El 21 de julio de 1526 un ataque cristiano toma la montaña con ligeras pérdidas y los musulmanes huyen perseguidos por el Valle de Veo hasta Ahín, donde distribuidos en siete posiciones diferentes se hicieron fuertes “con abundancia de piedras para defenderse y con gran determinación”; el 30 de julio de 1526 las fuerzas cristianas habían ocupado Ahín y Alcudia de Veo: “los nuestros tomaron dos lugares, que están al pie de la Sierra, que se llaman Ahín y la Alcudia de Veo, y después tomaron otro lugar que se llama Benihallí, en el que encontraron mucho trigo y otros alimentos y ropa, los cuales fueron saqueados”.



A finales de agosto los musulmanes atacan, sin éxito, el castillo de Mauz, en Suera, pero en cambio, repelen repetidamente los asaltos de los cristianos en las montañas de Alcudia de Veo y Ahín.
El 19 de septiembre de 1526 dos columnas de más de 7000 soldados (2500 eran veteranos alemanes al servicio del emperador) atacan simultáneamente entre Alcudia, Almedijar y Ahín; mueren unos dos mil musulmanes, mientras otros tantos son hecho prisioneros y vendidos en Valencia como esclavos.



Finalmente la Sierra quedaba desarmada, sus mezquitas derruidas, los libros del Corán quemados y sus habitantes obligados a convertirse al catolicismo. El botín que había sido sustraído ascendía a 200.000 ducados y estas comunidades tuvieron que pagar multas y se vieron privadas de sus tierras y cosechas.
El 19 de septiembre de 1526 desaparecía el último Reino de Taifas o “Alcadiazgo de Eslida”. Tres largos siglos se cerraban detrás de la “Batalla de la Sierra Espadán”, los pueblos quedaron reducidos a la miseria que desembocaría, después de una infructuosa cristianización, en la definitiva “expulsión de los moriscos” en el año 1609.
Conocemos, pues, un nuevo capítulo de nuestra historia, que es, al mismo tiempo, la historia general de nuestra Sierra Espadán.



PREPARATIVOS

Desde que tengo uso de razón siempre me han llamado la atención todo el tema relacionado con las luchas en la edad media, cruzadas, legiones, etc, etc.
Hace unos meses cayó en mis manos un apasionante libro editado por el ayuntamiento de Segorbe titulado “La guerra de Espadán (1526). Una cruzada en la Valencia del renacimiento”




El cual en mis ratos libres, que no son muchos, me he ido leyendo y empapándome con sus historias de conquistas y reconquistas, esto unido a que tengo casa propia en la Vall de Almonacid (Sierra de Espadán) y que de vez en cuando hago alguna escaramuza en moto o a pie por la Sierra, me despertó el gusanillo de averiguar los castillos que habían en ella, saber de sus historias, leyendas y batallas.


Así que con este libro en mis manos, otro de “Montañas Valencias. Sierra de Espadán”, otro de el Castillo de Almonecir, mapas del ejercito de la zona de Espadán, el TOPO V4 del garmín, alguna cosilla de internet y mis propias manos para efectuar los tracks lo más concienzudamente y reales que pude, me puse manos a la obra y en unas semanas ya estaba casi acabado.





Y esto que voy a relatar a continuación, fruto de varias horas de entusiasmado trabajo, es lo que ha salido en estos tres intensos y apasionantes días de aventura por la Sierra de Espadán. Espero que os guste.


VIDEO PREPARACIÓN DE LA RUTA DE LOS CASTILLO DE LA SIERRA DE ESPADÁN


ENLACE AL PRIMER DÍA DE RUTA