domingo, 20 de noviembre de 2016

RESTAURACIÓN INTERNA DEL DEPÓSITO DE COMBUSTIBLE (ÓXIDO)

En depósitos muy viejos de combustible que han estado olvidados mucho tiempo de la mano de dios, nos encontramos que hay gran cantidad de residuos varios y sobre todo oxido, que aunque se limpie concienzudamente vuelve a salir a los  pocos  días, entrando al carburador y tapando los chicles y filtros.
La solución fácil sería comprar uno nuevo, pero en el caso que ya no los fabriquen y por lo tanto no existan, es darles una pintura con resina de epoxi, resistente a la gasolina y que aisle el hierro del depósito de la gasolina.
En mi caso me paso con una peugeot 104 que estoy restaurando del año 72.





Así estaba, mucho mejor por fuera que por dentro, así que me pude a ver por internet y mi decisión fue esta:

Primero compre 4 litros de vinagre y los metí en el deposito una semana, tapando previamente el agujero de la gasolina y la boca de llenado con el tapón y un plástico, después vacié medio y metí unas tuercas y tornillos y empece a agitar como si de unas maracas se trataran, y este fue el resultado..



Salió una cantidad muy grande de "yoquese" y me propuse meter otra vez el vinagre una semana más.


A la semana vacié de nuevo medio depósito y metí una cadena no muy gorda con el fin que rascara más aún por los pequeños rincones.




Después de agitar un buen rato, vacié el vinagre y enjuagué el depósito varias veces con agua caliente y un desengrasante, el que se usa para fregar.

Luego de escurrirlo bien, lo deje un rato al sol e inmediatamente le metí dos botellitas de alcohol para que se secase completamente y sacara toda la humedad. También puedes usar un secador o una pistola decapante.



En cuanto vi que estaba seco completamente, mezcle los dos productos que venden para impermeabilizar el depósito interiormente, lo agité concienzudamente y lo meti dentro de el.

Tener en cuenta que el tornillo que le metáis donde va el grifo de la gasolina, ha de sobresalir por la parte interior más de medio centímetro, así como recubrirlo de aceite para poder quitarlo a las 24 horas sin tener ningún problema, así como al plástico que interpuse entre el tapón de gasolina y el depósito.



Tenía ahora dos horas para ir dándole vueltas muy poco a poco para que se fuera esparciendo por toda la superficie interior semejante brebaje, y así lo hice mientras me veía una peli.

Después de las dos horas comprobé con una linterna que el líquido estaba esparcido por toda la superficie interior.




Así que ahora a dejarlo secar muy muy bien antes de meterle la gasolina, según pone en las instrucciones, siete días.


Pues aquí os dejo los incredientes, sobre 35€ con portes el brebaje + alcohol + vinagre= 45€ mas o menos....




Y aquí como quedó el depósito después de pintado......




A que ha quedado chulo?? Bueno, espero que os haya gustado el brico y sobre todo que le saquéis buen provecho......Y siempre, siempre, siempre...la satisfacción de hacérselo unos mismo.
Hasta la próxima!!!



martes, 1 de noviembre de 2016

LA RUTA DE LOS TEMPLARIOS 4ª Y ÚLTIMA PARTE

Amanece el último día de ruta y también parece que va a hacer frío, así que con las primeras luces atravesaremos la Sierra de Espadán y desde lo alto contemplaremos un espectacular amanecer sobre el mar.


Nuestro primer destino tarda en llegar sobre una hora, Adzaneta, pueblo del interior de Castellón y cruce de varios caminos.



Pedro II de Aragón, el católico, prometió a los Templarios el 5 de noviembre de 1210 que cuando conquistaran estas tierras a los moros, les entregaría el Castillo de Culla y las llamadas Alquerías de Adzaneta.
Fue conquistada por el rey Jaime I de Aragón, quien la dio a sus caballeros como premio a los méritos contraídos en campaña. Así, la villa de Adzaneta fue entregada en feudo a dos nobles guerreros de Perpiñán, que acompañaron a Jaime a la conquista de Valencia y realizada ésta, uno de ellos recibió institución del señorío. En un documento de notable antigüedad se lee que con ocasión de la conquista, tres generosos guerreros y hermanos de la ciudad de Perpiñán, vinieron a este Reino y se avecindaron en las tres villas de Orden del Temple: Ares del Maestre, Benasal y Adzaneta; los Bertranes de Adzaneta merecieron, por sus mayores servicios, el premio y donación de posesiones en esta Villa.





Visitamos una torre, la iglesia y parte del muro que rodeaba la ciudad, repostamos y nos vamos en busca del pueblo más enigmático y mágico para mí de esta ruta.


Subimos un puerto, hace mucho aire y además es helado, en un rato estamos contemplando a lo lejos y encima de un risco, el pueblo y castillo de Culla, el único comprado por los templarios.


El 27 de marzo de 1303, las tierras del Señorío de Culla (actuales términos municipales de Culla, Benassal, Atzeneta del Maestrat, Vistabella del Maestrat, La Torre d’En Besora, Benafigos y Vilar de Canes) pasaron a control templario. En el documento original, que aún se conserva en el Archivo Municipal, se pueden contemplar las firmas de Guillem d´Anglesola (antiguo Señor) y de Arnald de Banyuls (Comendador templario en Peñíscola) , el cual firmó en nombre del último Gran Maestre de la Orden, Jaques de Molay. Los templarios  desembolsaron 500.000 sueldos valencianos en la compra de Culla, que curiosamente fue la última y más cara adquisición de la Orden del Temple en la Corona de Aragón antes de su controvertida desaparición el 1314.

¿A qué se debía el interés de los templarios por Culla? ¿Por qué la deseaban con tanto empeño? ¿A qué se deben 100 años de paciente aguardo?
Muchas son las preguntas que nos surgen al pensar qué motivo pudo llevar a los Templarios a desear con tanto ahínco la posesión de Culla, sabiendo que fue la orden más poderosa y rica de Occidente. Hay publicaciones que nos hablan de la práctica de la ciencia alquímica, por las fuerzas telúricas, que parece ser confluyen en Culla.



También se habla de terreno de evasión para instalar a los numerosos colectivos de cátaros, que desde mediados del siglo XIII, bajaban en maltrechas condiciones desde Occitania. Se establecieron por todo este territorio dedicándose a la comercialización de  la lana. Tal vez su interés estaba justificado en la bondad de las aguas termales de la vecina población de Benassal. Aunque si por algo era importante la posesión de Culla era porque constituía la frontera entre Aragón y Valencia, un punto ideal para la expansión del Cristianismo.




Ya en lo alto del castillo, contemplamos un paisaje espectacular, seguro que en días claros, se puede ver hasta el mar.









Las calles adoquinadas y las casas de piedra me hacen transportan a otra época.








 Pero en fin, tenemos que seguir y nos vamos en busca de la vecina población templaria de Benasal, donde nos encontraremos con su antiguo Castillo de la Mola y varias torres que rodean la ciudad.






En 1213, el rey Pedro II de Aragón, que ya había reconquistado la zona, otorgó a la Orden del Temple el castillo de Culla con todas sus posesiones, incluida Benasal (población que en el documento de donación se cita como Avinaçal). Más tarde Jaime I de Aragón, en 1226, otorga al señor feudal Blasco de Alagón todas las tierras que lograra conquistar a los árabes.








La conquista comenzó el año 1232, en que don Blasco tomó Morella. Dos años más tarde ocuparon Culla con todas sus pertenencias, entre ellas Benasal.
En 1303 los herederos de Blasco de Alagón vendieron las posesiones a Berenguer de Cardona, Maestre del Temple, creándose la Comanda de Benasal.
Tras la desaparición de los Templarios y creada la Orden de Montesa se incorpora a ella en 1319. En el primer capítulo general de la Orden celebrado en San Mateo es erigida en cabeza de la Encomienda de su nombre, separándose de la jurisdicción de Culla y dándose pie a la fortificación adecuada de la villa.

Seguimos ahora hacia Ares del Maestrat, para ello deberemos subir un puerto de más de 1300 metros por una revirada carretera pero en muy buenas condiciones, una vez arriba, nos desviaremos a la derecha para subir un poco más siguiendo la carretera que terminará en el pueblo.




Una vez allí vamos en busca de su Ayuntamiento, que anteriormente fue la antigua Lonja, donde en su sala capitular, parece ser que se reunían los templarios.


El rey Jaime I la reconquista definitivamente en 1232. En1234 pasa a manos de la Orden del Temple siendo cabeza de una de sus encomiendas. Al ser disuelto el Temple, por decisión papal, pasó a pertenecer a la Orden de Montesa, su sucesora en el Reino de Valencia.




Luego nos acercamos con Flavia a los pies de la mola donde se posa castillo, las vistas son de vértigo y te hace pensar lo difícil que lo tendrían las tropas invasoras para poder hacerse con esta población.








Hace mucho frio y las manos casi no me responden, nos metemos los guantes y nos apresuramos a bajar el puerto volviendo sobre nuestros pasos para visitar Albocacer, donde su castillo, hoy ayuntamiento, fue habitado por los templarios desde mediados a finales del siglo XIII.




La población nació alrededor de un castillo que los Templarios construyeron en 1294, para más tarde pasar a manos de la Orden de Montesa, y ya en 1930 fue lamentablemente derribado por decisión de su ayuntamiento.

Aprovechamos para visitar en esta misma población la Ermita de San Pao, donde según algunos autores, los templarios dispusieron de hospital y hospedería. De hecho, muchos años después de desaparecer la orden del temple,  siguió desempeñando esa función.







Terminada la visita tomamos rumbo hacia la costa, para visitar el último castillo templario de hoy y de la ruta en sí, el castillo de Chisvert, en Alcalá de Chisvert.



Después de pasar por las Cuevas de Vinromá, cogeremos la estrecha carretera que nos llevara hasta la población, donde una empinada pista nos conducirá al castillo que está emplazado en un alto de la Sierra de Irta, en un enclave desde el cual se domina el llano y el mar.





En el año 1234, después de varias y confusas donaciones por parte de los monarcas cristianos a sus seguidores, cuando Xivert estaba todavía bajo el dominio musulmán, pasó el castillo y el poblado, por un pacto de rendición pacífica, a manos de la Orden del Temple.
El escudo de la Villa consta de un solo castillo almenado, a la derecha hay un cáliz con la Hostia y a la izquierda, una estrella de ocho puntas y encima de los tres símbolos, sendas cruces de aspas iguales. La Hostia sobre el cáliz denota que esta fortaleza era inexpugnable para los enemigos de la fe cristiana. Perteneciente a la villa de la corona de Aragón, Cataluña y Valencia, pusieron la estrella  que simboliza el brillo , luz, sabiduría y elevación de miras. Así mismo la estrella de ocho punta puede simbolizar, el sello Templario de la cruz ochavada  o cruz de las ocho beatitudes. Las cruces pertenecen igualmente a la Orden del Temple, ya que parece ser que fueron estos caballeros los que dieron a esta villa su escudo de armas.












Bueno, hasta aquí mi ruta Templaria, han sido muchos kilómetros visitando infinidad de castillos y poblaciones que en su día fueron posesión de los Caballeros Templarios.
Además de la ruta en sí, han sido muchas horas de buscar datos por internet y por varias bibliografías que hablaban sobre el tema y que me han ayudado mucho a planear la ruta que ahora os estoy contando, intentando no extenderme mucho en lo que aconteció en el antiguo Reino de Aragón entre los siglos XI y XIII
Agradecer desde aquí el interés que habéis tenido en la ruta y esperando que hayáis disfrutado tanto como yo de todo lo que envolvía a estos misteriosos y enigmáticos guerreros. 
También agradecer desde aquí mujer Mercedes, por su gran apoyo, ánimo y aliento para animarme a seguir haciendo este tipo de rutas que son las que a mi me gustan. 

Saludos a todos y hasta la próxima.